El Nacional se sacude de una mala racha cosechando todo en el Capwell
El Rojo interpretó a la perfección la idea de Ever Hugo Almeida y demolió a un Emelec que no pasa de tirar pelotazos
El Club Deportivo El Nacional dejó en claro que es un hueso duro de roer y que lee la idea de Ever Hugo Almeida a la perfección, para vencer por dos tantos a uno, a domicilio, a un Club Sport Emelec que no pasa de tirar pelotazos.
El primer tiempo fue movido, con propuestas claras de los dos equipos, pero propuestas al fin. Emelec inició mejor, lo hizo con Jhon Sánchez, José Cevallos y Diego García como principales gestores del juego, y eso les permitió abrir la cuenta tempraneramente, luego de una jugada por derecha, que Alejandro Cabeza dominó, enganchó y remató, con tal fortuna que el balón rozó en el taco de un Cevallos perfectamente habilitado y que desubicó por complejo a David Cabezas; para convertirse en el uno a cero. El Nacional sintió el golpe y poco a poco fue trabajando el encuentro con pelotas largas y a las espaldas de los defensores locales, especialmente por derecha. Así llegaría el tanto del empate, después de un desborde con velocidad de Jorge Ordóñez, que luego del pivoteo de Ronnie Carrillo, Maicon Solís empalmó con violencia y a una esquina para empatar las cosas con un golazo. Todo era parejo cuando la falta de experiencia en El Rojo estuvo a punto de costarles caro, ya que el juez sancionó un claro penal de Jhonnier Chalá, pero el Junior estrelló el disparo en el horizontal del meta visitante. Así, en medio de un muy buen espectáculo, se fueron al descanso.
Ya en el segundo tiempo, el elenco de Miguel Rondelli, sin ningún otro recurso que no sea el de tirar centros, rápidamente cayó en las garras de un sabio del fútbol de Ever Hugo Almeida, que con la sola presencia de Orlin Quiñónez en la zaga, tiró por los suelos la poca claridad que podía tener el elenco dueño de casa. En el Bombillo pasaron los minutos y su entrenador apostó por Tommy Chamba y Edgar Lastre, quienes lucieron inconexos aunque entusiastas. Y sería Byron Palacios, recién ingresado, quien daría la primera advertencia, con una corrida que terminó con remate suyo y que Pedro Ortiz salvó de milagro con una estupenda movida de su brazo derecho. Corría el minuto 75, cuando nuevamente El Rojo le tiró un balón al Tigre Palacios, quien desbarató a su marca por derecha y centró perfecto para que aparezca el goleador, Ronni Carrillo, conecte el balón con sutileza y lo mande al fondo de las redes. Dos a uno y baldazo de agua fría en los graderíos del estadio George Capwell.
En la recta final las cosas no cambiaron, en medio de la desaprobación de su hinchada, que llegó en buen número el estadio de la avenida Quito, el Club Sport Emelec no tuvo ningún tipo de reacción. Sólo una jugada polémica, por un tiro penal que el árbitro no vio sobre Alejandro Cabeza, pudo hacer alguna diferencia. Por su parte, El Nacional corrió tranquilo sobre el campo de juego, estiró la cancha al más puro estilo de su entrenador y con eso los minutos finales pasaron hasta que pudieron llevarse los tres puntos del Puerto Principal.