"Emelec se hizo con mucha tenencia y Barcelona era más vertical" (ENTREVISTA)
Imperdible charla con Salvador Capitano y la implementación de un nuevo estilo en su época
Salvador Capitano, un director técnico que marcó época en el fútbol ecuatoriano y que dirigió con éxito a Barcelona y Emelec, concedió una imperdible entrevista a finales de la semana en curso.
Vivencias en Barcelona y Emelec, jugadores y anécdotas de implementación de un estilo que en su momento fue revolucionario. Salvador Capitano conversó de todo con radio Huancavilca de Guayaquil.
Su llegada. “No sabía mucho de lo que sucedía en el Ecuador. Las cosas más simples, como conocer la ubicación del país y temas por amigos que habían jugado en el Ecuador sí. Cuando llegó la propuesta de Nassib, fue Sergio Vargas quien le dijo al presidente; con él nos conocimos y trabajamos tres años en Independiente, con un proyecto de trabajo con el Indio Solari. Fue el proyecto de fútbol más feliz, por ver que tuvo un resultado impresionante: hubo títulos de primera, de reserva, final de Súper Copa. Yo dirigía a la reserva, en un torneo que en Argentina tiene mucha importancia, salimos campeones y ya se vio un proceso de entrenamientos distinto, eso fue la previa de mi llegada a Emelec. El Indio tuvo la idea, él dijo que la pelota siempre tenía que estar en los entrenamientos”.
La construcción del Emelec. “Tuve la suerte de encontrar gente joven, muy buenos jugadores, y otro de experiencia como Verduga, Capurro y otros que me olvido en este momento. De los pibes venía apareciendo Danes, Iván, Máximo, Fernández, Batallita y Pachito, éramos un plantel muy corto. Me encontré con gente impresionante, con quienes todavía nos comunicamos continuamente, nos queremos y nos respetamos. Por todas esas cosas. Hubo jugadores como el Pepo Morales y el Bocha, que ayudaron a tener un platel unido, que dejó de lado la división de razas; compartimos mesas dividiendo entre los que parecía que menos se llevaban y los juntábamos en las habitaciones. El gran secreto de todo fueron los jugadores”.
Una anécdota a su llegada. “Cuando llegué me esperaban los directivos y me llevaron al hotel del centro, donde están las iguanas. Comimos algo y a las 16h00 me pasaron a buscar, a las 15h50 estábamos ya abajo y llega una camionetita, nos pusimos ahí los tres más el que manejaba. Chicapoli me toca con el codo y me dice al oído que nos parecemos a los Picapiedra, vimos abajo y vimos que se veía el piso porque estaba todo roto el balde. Así llegué a Emelec. Muchos chicos llegaban en bicicleta a entrenar, los que se estaban iniciando y otros de experiencia que no habían asegurado nada todavía. Me gusto porque los consejos habían sido aceptados. Ese año no ganamos por culpa mía, porque no sabía cómo jugar en altura”.
Ajustó varias cosas. “Recuerdo una anécdota con Danes Coronel, yo a Nassib Neme le había dicho que en 1993 había que ser campeones. Casi no regreso porque me buscaban el Gimnasia y Esgrima de La Plata. Para quedarme, le puse cinco puntos a Neme, uno de ellos era que yo arreglaba los contratos de los jugadores, le iba a decir cuánto tienen que ganar cada uno. Había sueldos que para mí eran muy bajos, mñas allá de que la trayectoria había que respetarla. Dane me dice: profe, por favor que no me bajen el sueldo. Ganaba poquísimo porque era jovecito. Pasaron los días y él siempre se me arrimaba, yo le dijo que estaba difícil lo suyo y se iba triste, hasta que un día fue a cobrar el sueldo y vio que era el doble, pegaba unos saltos de alegría. Yo no podía tener un jugador en esas condiciones, ganaba menos que los cuidadores de los carros afuera del estadio”.
Nassib Neme e Isidro Romero. “Yo estuve de acuerdo con unas cosas y con otras para nada, pero hay que reconocer que él empezó a cambiar todo esto del fútbol. Después con isidro y su gente, el poder económico de Barcelona fue cambiando todo”.
El partido ante el Newell´s de Maradona. “Hay que agradecerle primero a Diego, porque cuando Jorge se lo comentó, le dijo que había un equipo que no cobraba nada. Todos querían jugar ese partido, entonces Diego le dijo a Jorge que lo resuelva a él. Definieron que sería Emelec, pero cuando yo me enteré que era un amistoso, le dije que nos lleven a nosotros. Creo que ese partido lo vieron en 114 países, una cantidad impresionante. Al otro día me llamaron parientes de Italia que me habían visto. El primer responsable fue Diego, después El Indio y por ahí yo di una mano. Hasta hoy ha sido el partido más importante de Emelec, el título mío está por debajo de eso”.
El Beto Alfaro Moreno tuvo lo que él no pudo. “Cuando me fui de Barcelona al América de México, yo lo llevé al Beto; lo decidí yo porque faltaba un delantero que conociera medianamente la altura y él lo superaba bastante bien. Alfaro estuvo toda la vida en Barcelona, no lo echaron a patadas como a mí de Emelec. Un señor maquiavélico que decidió mandarnos a todos los que había traído Nassib Neme porque estaba cansado que le digan que él nos había traído”.
Una frustración. “Nassib no se presenta candidato, puso a otra persona y perdió las elecciones. Eso no le voy a perdonar a Neme en el buen sentido. Yo no quería volver ya si él, y él me dijo que tenía que volver para jugar una Copa Libertadores que me gané. Ese equipo se perdió de ser tres o cuatro años de ser campeón, ya tenía jugadores y lo podíamos reforzar. Tenía un sistema de juego contrario a lo que se practicaba en el Ecuador respecto a lo agresivo, este equipo apareció y empezó a querer tener la pelota siempre, con movimientos laterales y el arquero jugando con los pies”.
Las diferencias entre su Emelec y su Barcelona. “Emelec se hizo con mucha tenencia de pelota y acelerar en los momentos claves porque su medio campo estaba armado para que eso suceda, en cambio Barcelona fue un equipo bien preparado colectivamente pero más vertical y rápido para llegar al arco contrario. Decidí eso porque de un lado tenía a Fajardo y Morales y del otro a Carabalí y Morales, había diferencias de jugadores. Con Barcelona hicimos 99 goles en un año, algo que nadie había logrado y sin embargo decían que yo era defensivo. Respeto a la gente de Barcelona, me dieron trabajo y la pasé muy bien, pero nunca aceptaron que yo haya venido de un Emelec campeón; siempre me pusieron la camiseta de Emelec”.
Finalmente, Ulises De la Cruz y Antonio Valencia. “Para un equipo que no sea tan ofensivo, le dejo a De la Cruz. A mí Antonio me gusta de medio para arriba. Ulises sufrió mucho el pasar de la altura al llano, no tuvo una buena adaptación en el calor de Guayaquil”.