“Infló los números el Vicepresidente… Duele que me llamen ladrón” (ENTREVISTA)
Jordi Cruyff se “desnuda” sobre lo que ocurrió en la FEF, asegura que sí trabajó y que renunció a una alta cifra
Ya terminada su relación contractual con la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), el entrenador holandés Jordi Cruyff se confesó en una entrevista con diario ‘El Universo’ sobre lo que vivió en su corto ciclo como DT de la Selección Nacional, habiéndose marchado sin haber dirigido ni un solo entrenamiento.
La entrevista de diario ‘El Universo’:
-¿Por qué decide hablar luego de su renuncia como técnico?
Considero que hay bastante confusión. Se han publicado muchas cosas que no se acercan a la realidad y sería importante aclarar, mínimamente, cuestiones que son necesarias.
-¿Lo que usted quiere aclarar tiene que ver con el cobro de dinero como entrenador y su estancia en España, entiendo?
Hay varias cosas. Una de ellas, que se usó más recientemente, es la del cobro. He sido, en todo momento, muy comprensivo con la situación económica de la Federación, sobre todo porque cancelaron la Copa América 2020 y partidos (amistosos) que representaban ingresos. También, en ese contexto, está la pandemia de coronavirus. Con mi staff dimos todas las facilidades para encontrar una solución financiera que no perjudicara a la FEF; esa ha sido siempre mi prioridad y la de mi staff. He sido muy flexible al renunciar a un dinero que también compensaba mi cláusula de rescisión, que entre una cosa y otra se ha pagado. Renuncié a una cantidad muy similar a la de mi cláusula. Entonces, duele que le llamen textualmente a uno ‘ladrón’ cuando en el fondo renuncié a casi todo.
-¿Usted dice que solo cobró menos de dos meses como DT?
No puedo decir exactamente la cantidad de dinero porque tenemos cláusulas de confidencialidad. Es parecido a lo que dijo Francisco Egas (cobró por 56 días de trabajo, que extraoficialmente se conoce que representarían USD 290 mil).
-No cobró seis meses, fueron menos de dos, ¿es lo que dice?
Sí. Nada más que eso. Y por cierto, nunca me he quejado y nunca he reclamado. Fuimos, con todo mi staff, muy comprensivos. Cuando se complicó la situación económica, ellos (los dirigentes) vinieron con propuestas de soluciones y dijimos sí a todo. No discutimos absolutamente nada, pese a que también trabajamos los meses que no fueron remunerados. Sí laboramos y están todos los reportes de nuestro trabajo mensual. Obviamente no fue en el césped, porque no hubo césped para ninguna selección del mundo. Pero fue un trabajo de seguimiento, de ver jugadores, imágenes; lo que hace cualquier seleccionador. En nuestro caso, para conocer en detalle a los jugadores vimos sus partidos, en vivo no, pero en video analizamos muchos partidos. Y esto la Federación lo sabe. Tiene constancia de todo aquello. Nosotros nunca paramos de trabajar. El problema es que la pandemia influyó bastante en la manera de hacerlo. Se cancelaron y se prohibieron microciclos, no se pudo hacer viajes. Es un tema mundial. He sido comprensivo y si hay quejas que dicen ‘el contrato es muy alto’, nosotros no solo renunciamos a todos los meses que no cobramos, sino a todo lo que venía después porque firmamos hasta diciembre del 2022.
-Usted se fue a España, por la pandemia, sin permiso del directorio de la FEF. Seis vocales aseguran que fue Egas el que autorizó su viaje. ¿No es esa una situación irregular?
Primero hay que decir que había un problema, que usted menciona, dentro del directorio y yo me encontré un poco en el medio de esa batalla entre ellos. Públicamente sacaron unas cifras (del salario) que no se ajustan a la realidad. Las inflaron muchísimo y eso ha quedado demostrado. Después, obviamente, una pandemia no da tiempo para preparar muchas cosas, por eso ha sorprendido a todo el mundo. Yo me enteré que en España, por el COVID-19 en su momento más alto, iban a cerrar todo y todos en el cuerpo técnico tenemos hijos menores de edad, ninguno tiene uno que sea mayor de edad. Por eso nos fuimos. Pero no nos fuimos de vacaciones, sino para encerrarnos totalmente entre ocho y diez semanas. Yo hablé el 13 de marzo con Antonio Cordón (entonces director deportivo de la FEF), que era mi primer jefe, digamos, y luego están los de más arriba (en el organigrama), y con el presidente de la Federación. Les expliqué que en España se desató la pandemia y vimos que lo más sensato sería volver a casa. En Ecuador había pocos casos, pero sabíamos que el campeonato se iba a cancelar al día siguiente. Yo les informé, cara a cara a Francisco y a Antonio, y entendieron mi postura. Por eso viajé. Yo no llamé a los demás (miembros del directorio de la FEF) porque nunca tuve contacto con ellos. Íbamos a conocernos una semana más tarde, pero la pandemia no vino por partes. Vino y arrasó. Y si usted me pregunta ahora si hice lo correcto, sinceramente digo que sí. Hay que admitir que lo correcto era estar con la familia en una situación que nunca antes habíamos vivido. Todo el mundo estaba detenido. Hablé con el director deportivo y con el presidente y para mí ellos son Federación.
-Pero se quedó en Ecuador Antonio Cordón, que es europeo.
Yo tengo hijos que son menores de edad. La situación habría cambiado un poco si tuviera uno de 25 años, de 22 o de 20, ya universitarios; ya no vivirían conmigo. Pero mis niños son menores de edad.
-¿No había posibilidad de que usted siga como DT de Ecuador pese a la renuncia de Cordón?
Para avanzar con un proyecto debe haber unión. Y eso, unión, es lo que no había. Ya vemos qué pasa con la pelea del directorio, algo que viene de atrás, y nos encontramos en el medio. Después, la pandemia causó la cancelación de absolutamente todo. Y hay un problema económico que viene luego como consecuencia de la pandemia y que está sufriendo Ecuador. Yo veía dificultades con esto. Y claro, el arquitecto del plan, que era Antonio, se marchó. Cuando junto todas esas cosas veo que será un tema difícil y que ya no era el momento ideal para todos nosotros. Que se vaya Antonio es para mí el motivo más importante (para no seguir). Él era quien tenía la idea trazada para que la Federación trabajara en una dirección muy concreta. Cuando se va él, veo que es una señal para nosotros. El caso de la FEF está en la Conmebol, en la FIFA y hay demasiada inestabilidad y eso afectó nuestro rol en ese proyecto. Sigo pensando que la idea que tiene Egas en la FEF es muy válida. Pero todo cambió. En enero y febrero había un plan muy claro, pero cuando viene la pelea en el directorio, la pandemia y sus consecuencias, y la ida de Antonio, el proyecto ya era diferente que cuando yo firmé.
-Entre el 13 enero, cuando es presentado, y el 13 de marzo, cuando se marcha, solo estuvo 24 días en Ecuador. ¿Qué cosa hizo en esos meses?
En estos meses de trabajo estuve viendo partidos de los jugadores (tricolores) que están en ligas superiores a la ecuatoriana. Estuve cumpliendo con mi trabajo, que era conocer a los jugadores, verlos y en muchos casos hablar con ellos personalmente. Aproveché mientras no había campeonato en Ecuador, que empezó a mediados de febrero. En las primeras semanas de ese mes estuve en Estados Unidos con futbolistas ecuatorianos; en México intenté ver el máximo número de partidos donde hubo jugadores ecuatorianos; en esos dos países hay muchos futbolistas de Selección. En España e Italia hice lo mismo y, en algunos casos, los pude ver de cerca para conocer a los jugadores de la Selección que, teóricamente, compiten en el nivel más alto. Los futbolistas que están en México, por ejemplo, están allá porque los clubes piensan que destacaron en Ecuador. Era normal que yo los quisiera conocer, más si la liga en Ecuador no había empezado. No hay lógica en el reclamo. Yo firmo, me presentan, pero no hay fútbol. Fui a ver al Emelec, que estaba en España, y a algún otro futbolista ecuatoriano cuyo nombre no diré. La Federación sabía de todos los viajes. La gente exigía mi presencia en Ecuador cuando no había campeonato.
-¿Y las fotos que circularon de usted en Israel?
No son recientes. Son de hace cuatro meses. Viví seis años en ese país y como cualquiera que estuvo tanto tiempo allá, mantengo nexos. Fue algo breve por unas gestiones personales. Las fotos son de una visita de cortesía a la Embajada de Ecuador. Si uno tiene que esconderse no va a ir a ese lugar. Eso es parte, para mí, de la inestabilidad y la guerra interna en la Federación. Hay gente que suelta noticias que en su momento le interesa soltar. En todo momento hice lo que tenía que hacer: ver el máximo de futbolistas seleccionables para Ecuador. Me duele tener que justificarme cuando lo que he hecho es limitarme a hacer mi trabajo como profesional y con disciplina. Y no he querido dar explicaciones públicas de con quién he hablado, dónde hablé, cuánto tiempo hablé ni qué me respondió un jugador. Esas son cuestiones privadas. Los futbolistas agradecieron mi discreción y yo la de ellos. En la FEF hay constancia de esos viajes. Quizás no hablé con los seis (vocales que no reconocen a Egas como presidente) porque me tocaba reportar a mi superior inmediato, que era Antonio (Cordón), y él se lo reportaría a Francisco (Egas), que es lo normal.
-Usted dijo (el 14 de mayo) que estaba “100 % metido” con el proyecto de Ecuador, pero se le reprochó que en su ausencia analizara jugadores europeos y partidos internacionales para medios de comunicación extranjeros y le restara tiempo a su trabajo como DT de la Tri.
Eso me parece absurdo. Muchos seleccionadores hacen colaboraciones en los medios de comunicación, además ver fútbol es parte de nuestro trabajo. Un comentario en radio y hacer un artículo de opinión en un diario, que por acuerdo no implicaba hablar de Ecuador, para que la prensa ecuatoriana no pensara que no hablo con ellos y sí con prensa extranjera sobre Ecuador, me lleva 20 minutos. Mi padre (Johan Cruyff), al que todos admiraban como jugador y como técnico, tuvo columnas durante más de 20 años y nunca se quejó nadie por eso. No entiendo. Me parece que buscan argumentos para ser negativos.
-Cuando las críticas fueron más duras contra usted, ¿por qué no le sugirió a Egas que dijera cuántos meses había cobrado? Los dos bandos de la Federación dieron cifras sobre un acuerdo que era confidencial.El momento en que uno, que es vicepresidente (Jaime Estrada), sale y dice números inflados a la prensa para crear un poco más de polémica, eso es la Federación (como ente). Uno lo hizo, supongo que por el conflicto interno y le interesaba sacar números, y el otro intentó explicar los números que había. Nosotros siempre hemos estado en medio de un tema interno. Nosotros fuimos para trabajar en fútbol, no para otras cosas. Obviamente, para mí lo más importante es que quede constancia de lo que hay, nunca les he dicho lo que tienen que decir o no. Lo que no me gustó es que salieran unos rumores y la gente creyera que me he llevado seis meses de salario. Eso es mentira. Se lo digo yo, sin entrar en cifras exactas: hemos sido supercomprensivos con la situación económica. Y también está la parte moral. Hay una pandemia, se canceló todo y sería injusto que reclame todo. No lo he hecho. Incluso cuando propusieron una resta (“reprogramación de pagos para el siguiente año”, explicó Egas), no dije que no. Nunca presionamos por nada.
-¿Esta experiencia en Ecuador cómo la toma? ¿Está frustrado?
Esto (del dinero) al final son temas de prensa que la gente lee y se forma una opinión, que es equivocada, pero no puedo controlar eso. Yo estoy triste porque cuando llegué en enero lo hice con ilusión y un plan que por muchos motivos, que no están en nuestras manos, son cosas de fuerza mayor, no se pudo llevar a cabo. Cuando llegué no sabía que había una división institucional. Un país pequeño solo avanza si vamos todos unidos, y no ha habido unión. Eso afectó. Y la pandemia canceló todo. Estoy triste por no haber podido disputar competiciones y por no ser juzgado por lo deportivo, por perder un partido, por ganarlo, por empatar. Y me voy triste porque es la primera vez que me ocurre una situación semejante a esta. Pero las circunstancias cambiaron todo, hasta nuestra situación. Cuando Cordón se va me doy cuenta de que ya no es nuestro proyecto. Ahora hay otras prioridades y otros problemas y no es el momento nuestro. Que nadie piense que uno se va contento, para nada. Uno quiere competir y tener la oportunidad de triunfar o de fracasar. Pero no hubo partidos ni entrenamientos. La FIFA priorizó la terminación de las ligas y las selecciones quedaron en un segundo plano, y lo comprendo. Solo deseo que las cosas se arreglen por el bien del fútbol ecuatoriano, pero que sobre todo que se solucione la división institucional, porque hay muy buena materia prima, mucho talento, gran potencial. Hay gente que tiene ganas de jugar con la Selección; lo escuché, lo oí y lo he visto en los ojos (de los jugadores), pero se necesita la unidad de todos. Espero que lo consigan y continúen con el plan. Con otras personas, pero que siga el proyecto que se ideó porque es muy válido. Deseo que Francisco Egas, Gustavo (Silikovich) y las personas que quieren llevar las cosas adelante tengan éxito. Para mí eso es lo más importante.