¡MEGA CRACK! Joe Armas fue albañil para pagar sus estudios y rechazó al Perú por su compromiso con Imbabura SC (VIDEO)
“Sacrificio es hacer lo que a uno no le gusta. Fue difícil estar en Europa, tuvimos muchas limitaciones e invertimos tiempo para conseguir recursos
Joe Armas, entrenador que desde hace dos temporadas se convirtió en un tabú del fútbol ecuatoriano por su juventud, conversó con Fútbol Sin Cassette sobre todo el recorrido y las peripecias vividas, pero especialmente de su proyecto con el Imbabura SC.
De trabajar como albañil para costear su preparación como entrenador, pasando por un envío de correos masivos en busca de una oportunidad, Joe Armas pasó a rechazar una propuesta del Perú por su convicción en cerrar el ciclo con el Imbabura SC.
Sus jugadores son un pilar desde los ascensos. “Hemos generado una ilusión muy grande en la provincia. Con la base de jugadores con la que llegamos al club hemos continuado, eso es una alegría, por tener la oportunidad de seguir junto a ellos y competir en la Serie A. Deseamos estar lo mejor preparados posible, y estar a la altura de la primera división”.
Está próximo a debutar en Serie A. “Es un sueño hecho realidad, porque junto con mi equipo de trabajo hemos entrenado mucho para llegar al Imbabura SC. Siempre digo que es un trabajo en equipo, somos muchas personas que tenemos las funciones muy bien definidas para que las cosas funcionen bien. Sólo nos focalizamos en el presente, en cada día que tenemos que trabajar, en no desconcentrarnos con comentarios y opiniones. Queremos estar focalizados en lo nuestro”.
Tuvo que trabajar como albañil para pagar sus estudios en el Viejo Continente. “Sacrificio es hacer lo que a uno no le gusta por obligación. Fue difícil estar en Europa esos años, tuvimos muchas limitaciones e invertimos tiempo para conseguir recursos económicos. Todo eso nos ha ayudado para ser más fuertes, tener más sentido común y entender al ser humano”.
La odisea de conseguir una oportunidad. “Mandé carpetas a clubes de Serie A, Serie B, Segunda Categoría, fútbol amateur, equipos de Bolivia y de Guatemala. A Guatemala me fui porque pensé que estando ahí me iban a dar algo más de atención, pero no fue así y regresé. No tuve respuestas, así que envié nuevamente mis hojas de vida, pero con una carta que decía que trabajaría así no me paguen. Después de varios días se comunicó el Imbabura SC, tuvimos la reunión y tuvimos la posibilidad de trabajar; ahí creo que no vieron la carta y nos pagaron desde un principio… No era un sueldo tan alto, pero en ese momento era lo menos importante, queríamos la oportunidad y creíamos en los conocimientos que tenemos”.
En un inicio, estuvo dispuesto a trabajar con el grupo que sea. “Estuvimos siempre dispuestos a trabajar en cualquier categoría, lo que queríamos era la oportunidad, porque a partir de eso ya solo dependería de nosotros”.
El primero que confió en él. “Recuerdo que conocí a Eduardo Moscoso, trabajaba en la Selección de Ecuador Sub 15, me llevó a trabajar como asistente. En ese mismo momento también me llamó Independiente del Valle, fui a dar unas pruebas, pero decidí quedarme en la Selección en ese momento. Luego, cuando envié los currículums, sólo me contactó el Imbabura SC”.
Ya tuvo una primera tentación internacional. “Sí se han comunicado equipos de aquí. También vinieron desde el Perú a visitarnos, a conversar con nosotros, pero nosotros, por agradecimiento, vamos a respetar el año más que tenemos de contrato con el Imbabura SC y respetar el proyecto que tenemos acá”.
Kevin Rodríguez es el jugador más exitoso de los que ha dirigido hasta ahora. “No jugaba mucho cuando llegué, no tenía participación y tenía inconvenientes. Cuando nos conocimos, iniciamos una muy buena relación. Lo ayudamos en lo personal y lo profesional. Lo nuestro fue sólo una ayuda, después fue la inteligencia de Kevin; siempre le dijimos que podía llegar a donde él quisiera.
Si quisieron moverle el piso. “Pasó el año anterior, varias personas cercanas al club pidieron que se cambie de entrenador. Eso es natural, lo importante es que quienes somos parte del club creamos, y nuestros dirigentes siempre estuvieron seguros del trabajo que estábamos haciendo. Esa credibilidad de los jefes ha sido muy importante para conseguir el ascenso”.
La primera meta es mantener la categoría. “Imbabura SC tiene 31 años de vida y será la tercera vez que jugaremos Serie A. Esta vez queremos que el equipo se mantenga, para eso estamos trabajando. Tenemos la capacidad. Somos un equipo muy joven, pero estamos preparados y capacitados para conseguirlo”.
No ha permitido que le toquen su plantilla, la que él formó. “Desde Segunda Categoría hemos mantenido el 85%, este año seguirán el 80% de los jugadores; la gran mayoría son futbolistas criados en nuestras canteras. Nosotros creemos en su talento y en su calidad, ese es el mejor camino”.
Una meta gigante. “El sueño más grande que tenemos como equipo de trabajo, como todos, es llamar la atención de la Selección; que nos den esa oportunidad. Y ser campeones del mundo. Es el sueño más grande que tengo, es lo que me da vida, lo que me despierta todos los días y para lo que trabajo”.
Su pasado en el fútbol. “Empecé a estudiar a los 18 años, pero antes jugué en el Audaz, en Deportivo Quito y en las formativas de la Liga de Quito. Jugaba de central, de mediocampista. No me gustaba correr tanto, así que pronto me di cuenta de que yo quería dirigir. Sin embargo, eso me ayudó a darme cuenta de que no me gusta ver correr sin sentido a los futbolistas”.
Finalmente, su edad. “Tengo 28 años, los cumplí en agosto”.